HISTORIA
DE ARMINTZA

Armintza, vista a la mar

Armintza es un pequeño barrio pesquero del municipio de Lemoiz, un lugar con mucho encanto que alberga un pintoresco puerto pesquero y una playa de 250 metros de longitud formada por piedras y arena gruesa y oscura.

Esta playa es muy frecuentada por los amantes del submarinismo y la pesca a pesar de que en la actualidad la pesca profesional se mantiene como una actividad marginal en beneficio de las actividades deportivas.

El nombre de la anteiglesia de Lemoiz deriva de la antigua república de Urizar de Lemoiz, siendo el barrio de Urizar el núcleo originario de la anteiglesia y que más tarde  se expandió hacia las barriadas de Andrakas y Armintza.

La Iglesia parroquial de Santa María, fundada por los labradores censuarios del Señorío de Vizcaya, conserva restos románicos.

Existe un informe realizado por Juan de Abendaños en 1383, por mandato del señor de Bizkaia, el rey Juan I, en el que Gonzalo Gómez Villela, figura como patrono realengo de Santa María, por lo que obtenía anualmente una cuantiosa suma de maravedises entre Lemoiz y Barrika. Además de esta iglesia, Lemoiz contaba con tres ermitas dedicadas a Santo Tomás, Santa María Magdalena y San Mamés.

También es de destacar que en Armintza existió una batería costera defensiva con dos cañones que desaparecieron en el siglo XIX. Además en este barrio pesquero reconocido por su langostero, existió una industria de escabeche que luego fue transformada en fábrica de salazón.

Como información para las personas amantes del surf, decir que en la playa de Armintza se suceden unas olas de lo más curiosas. Por ejemplo, en los días de swell medio, hay una derecha que rompe en una zona de acantilados y sólo en marea media, su acceso se debe hacer remando desde el pequeño puerto pesquero de la localidad.

Los días de swell grande, hay una ola tipo A-frame a la entrada del canal del puerto algo complicada de coger y donde se necesita un apoyo marítimo.

En los días grandes en los que el mar está desfasado, el puerto acoge una ola en el inicio del dique y rompe paralelo a él. Se trata de una derecha blanda ideal para los más pequeños.